Tu camino y tus obras Tu manera de vivir, y particularmente tus idolatrías; Te he procurado estas cosas. Han sido las causas de esta tu grave aflicción, de traer contra ti un enemigo tan acérrimo, que ha llegado hasta tu corazón. "Lo que sea que te suceda", dice Jerónimo en el lugar, "sucede por tu propia culpa, que has convertido la dulce bondad de Dios en amargura, y lo has obligado, aunque no quiera, a enfurecerse contra ti".

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