Su madre, ya sea ​​deduciendo de su respuesta, o de algo que le dijo a ella que los evangelistas no han registrado, que él haría algo extraordinario; dijo a los siervos: Todo lo que él os diga, háganlo obedecer sus órdenes de inmediato y exactamente, porque él puede tener razones para ellas más allá de lo que imagina. Por la presente ella declara su expectativa de que él realice alguna obra poderosa, en respuesta a lo que ella le había sugerido; y prescribe una regla, que sería bueno si todo siervo de Cristo observara invariablemente: Todo lo que te diga, hazlo , sin cuestionar la razonabilidad del mandamiento o su idoneidad para lograr el fin propuesto, sino obedeciendo implícitamente todo lo que se te proponga. manifiestamente un precepto de Cristo.

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