Se les dijo a los gazitas, Sansón ha venido acá. La llegada de un hombre tan extraordinario no podía ocultarse por mucho tiempo. Y sus enemigos estaban dispuestos a aprovechar una oportunidad tan favorable para destruirlo. Lo rodearon , etc. O acosaron la casa o acecharon a la puerta de la ciudad; diciendo, por la mañana lo mataremosEs probable que decidieran hacer esto, en lugar de apoderarse de él en su cama por la noche; tampoco, porque no sabían con certeza en qué casa estaba; o, porque pensaron que hacer eso podría causar gran terror, confusión y daño entre su propia gente; mientras que durante el día podrían descubrirlo más plenamente y, con mayor certeza, usar sus armas contra él. ¡Ojalá todos los que se entregan a cualquier deseo impío se vean así rodeados y marcados para la destrucción por sus enemigos espirituales! Cuanto más seguros están, mayor es su peligro.

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