El Señor lo miró con semblante tranquilo, agradable y animado, como testimonio de su favor y disposición para ayudarlo. Y dijo: Ve con esta tu fuerza En el poder de esta comisión que ahora te he dado; y en la fuerza que ya has recibido, y ahora recibes más de mí. ¿No te envié yo? ¿No te he dado por la presente una comisión, un mandato para hacer este trabajo? Los hombres idóneos de Dios para esta obra es una prueba segura de que los llama a ella.

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