El que esconde el odio con labios mentirosos , palabras lisonjeras y falsas simulaciones de amistad; y el que profiere calumnias Es decir, ambos, uno no menos que el otro; es un necio porque es un pecador; y porque el daño de estas cosas recaerá sobre él. Por eso condena dos vicios opuestos, el odio secreto y la calumnia manifiesta.

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