Porque él ve. Todo hombre lo ve y lo sabe; es visible y evidente, tanto desde la razón como desde la experiencia universal; los sabios mueren, etc. Todos los hombres mueren, los sabios y los buenos, así como los necios y los impíos; y dejar su riqueza a otros. Él dice no a sus hijos o parientes, sino indefinidamente a otros, porque es totalmente incierto a quién se la dejarán, a amigos, extraños o enemigos; que menciona como una gran vanidad en las riquezas. No pueden salvarlo de la muerte, ni lo acompañarán dentro y después de la muerte; y después de su muerte será eliminado, no sabe cómo ni a quién.

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