Preserva mi alma, porque soy santo, santificado en cierta medida por tu gracia, y sinceramente dedicado a tu servicio. Hebreo, אני חסיד, ani jasid, soy bueno, misericordioso o piadoso.Muéstrame esa misericordia que estoy dispuesto y dispuesto a mostrar a los demás. Esto lo menciona David, no en una forma de vana ostentación, sino como un argumento para mover a Dios a contestar sus oraciones, porque él era uno de esos hombres cuyas oraciones Dios se había comprometido, por su promesa y pacto, a escuchar; y en parte a modo de justificación y necesaria justificación de sí mismo frente a las censuras de sus enemigos, quienes lo representaban ante el mundo como un impostor, y secretamente como un hombre muy malvado; acerca de lo cual hace aquí un llamamiento solemne a Dios, deseando audiencia y ayuda de él con la única condición de que fuera verdaderamente recto y justo ante él. Lo cual, dicho sea de paso, no manifiesta más arrogancia que cuando en otra parte profesa su gran amor y añoranza por Dios; su sincera obediencia a todos los mandamientos de Dios y su odio por todo camino falso,

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad