1 Tesalonicenses 1:2 . Desde este versículo hasta el final del tercer capítulo, tenemos el asunto principal de esta epístola; que era consolar, fortalecer y establecer a los cristianos de Tesalónica, y persuadirlos de perseverar en todos los desalientos que él, su Apóstol o ellos mismos pudieran encontrar.

En su entrada en este plan, da rienda suelta a lo que más se posaba en su corazón, agradeciendo a Dios por su genuina conversión de la idolatría al cristianismo, en medio de tantas circunstancias desalentadoras, y rogando a Dios que perseveraran; en la que aprovecha todas las ocasiones para hablar bien de los tesalonicenses, como de hecho lo hace en general a lo largo de toda esta epístola.

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