Recuerda, por tanto, & c.— Reflexiona una y otra vez qué doctrina has recibido y escuchado de los apóstoles del Señor; porque esta es una clara referencia a la doctrina de Cristo y sus apóstoles; de donde, como de una fuente, han brotado todas las corrientes de la sana doctrina cristiana; y de la sencillez de cuya doctrina se habían desviado los sardos.

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