Y si un hombre vende a su hija para ser sirvienta, del relato que se da en Levítico parece muy claro que la ley establecida en los versículos anteriores se aplicaba tanto a las sirvientas como a los sirvientes; y en consecuencia, lo que sigue debe considerarse como un caso exento o particular: en cuyo punto de vista, no puede entenderse de otra manera, que como una referencia a la venta de un padre a su hija por pobreza. Las hijas, así vendidas por sus padres, debían ser tratadas de manera diferente a las mujeres que fueron vendidas en las otras cuentas mencionadas en la nota sobre Éxodo 21:2 ; porque el escritor sagrado nos dice, que si un hombre vendiera así a su hija, ella no debería salir como lo hacen los sirvientes; es decir, obteniendo su libertad después de una servidumbre de seis años: se le asignan otros plazos más fáciles.

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