Veinte piezas de plata. Aproximadamente cuarenta y siete chelines ingleses, como se entiende generalmente que significa veinte siclos: un precio insignificante; pero tenían prisa por deshacerse de él, en cualquier condición. ¿Quién no percibe, en toda esta transacción, un parecido sorprendente entre la envidia y el odio de los judíos hacia él, que era más sabio y mejor que ellos, que fue vendido por treinta piezas de plata, y a quien José prefiguró en muchas circunstancias?

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