La paz sea con ustedes. Tranquilicen sus corazones; tu Dios y el Dios de tu padre te ha dado tesoro; por mucho que digas, debes reconocer la providencia de Dios en lo que te ha sucedido: por lo demás, yo tenía tu dinero; llegó a mis manos, y ustedes pueden ponerse tranquilos. Hay una ambigüedad en la frase, adecuada y, sin duda, diseñada para mantener un estado de suspenso en sus mentes.

REFLEXIONES.— Una vez más han llegado sanos y salvos, ni rencor sus dolores por aliviar su hambre. Cuando haya hambre de la palabra, ¿nos esforzaremos menos en viajar por ella? Son amablemente recibidos e invitados a la casa de José; y esto, en lugar de consolarlos, los aterroriza. El miedo convierte a cada topo en una montaña y crea sospechas incluso de nuestras misericordias. Resuelven evitar toda acusación, informando al administrador del dinero devuelto, con ofertas para devolverlo; pero él calma sus temores con un acuse de recibo, les pide que lo consideren como un regalo de Dios, y toma todos los cuidados imaginables hasta que su amo regresa a casa. Nota; 1. La honestidad será la mejor política. 2. El éxito en los negocios debe considerarse como un tesoro dado por Dios.

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