¿Es Efraín mi hijo querido? & c.— Algunos traducen este pasaje: ¿No es Efraín mi hijo querido? ¿No es un niño encantador? En verdad, cuanto más a menudo hablo de él, será todavía lo recuerda cada vez más Por eso mis entrañas anhelan sobre o hacia él, y c. Houbigant, sin embargo, defiende la lectura común; piensa que Dios quiere negar que Efraín era su hijo, para mostrarle que sus entrañas se movieron hacia él únicamente por la misericordia gratuita, y no por mérito o merecimiento alguno de este pueblo.

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