El noble le dijo, etc.— Por débil que fuera su fe, el noble sólo instó al afecto paterno, decidido a llevar el asunto al máximo; y por lo tanto, sin ninguna explicación o disculpa con respecto a la reprensión de nuestro Señor, le ruega que baje antes de que muera su hijo; instando a que el caso fuera tan extremo, que una demora podría acarrear las consecuencias más fatales; pero sin tener la idea de que Cristo, como Señor de la vida y de la salud, podría remediar esas consecuencias con la misma facilidad que sanar a su hijo. Jesús, sobre esto, —para convencer sinceramente al noble de su omnipotencia, y para mostrarle que no era necesario que él, que podía hablar, y así fue, ir en persona a realizar la curación —le dice: " Irtu camino a casa; tu hijo vive; en el instante en que te hablo, él se recupera de su enfermedad. "Hay algo notable y sublimemente sorprendente en las palabras de nuestro Señor: sin duda tuvieron su influencia en el corazón de este hombre; porque leemos, que él creyó la palabra que Jesús habló y se fue sin más importunidades, aunque nunca había visto ni oído hablar de un caso paralelo.Es evidente que había oído hablar de los milagros de Cristo; pero este es el primer relato en el que curó al paciente en un distancia.

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