El noble le dijo: Señor, baja antes que muera mi hijo.

El noble le dijo: Señor, baja antes de que muera mi hijo. Mientras hablamos, mi hijo se está muriendo, y si no vienes en seguida, todo habrá terminado. Esto era fe, pero parcial, y nuestro Señor la perfeccionaría. El hombre no puede creer que la curación pudiera realizarse sin que el médico viniera al paciente; evidentemente, nunca se le ocurrió tal cosa. Pero Jesús lo hará comprender en un momento.

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