Antes de que muera mi hijo. - Pero el dolor humano es el dolor de parto de la fe. La sensación de absoluta impotencia lleva al alma a arrojarse sobre el Fuerte en busca de fuerza. La fe todavía es débil, pero está ahí. No se da cuenta de que Cristo puede hablar la palabra y sanar al niño, pero siente que su presencia podría salvarlo, y suplica como padre por su hijo. "Baja, antes de que muera mi hijo".

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