Jerusalén se acordó, etc. Jerusalén se acuerda en los días de su aflicción y de su destierro, todas las cosas agradables que tuvo en los días de antaño. Su pueblo cae en manos del enemigo y nadie la ayuda; sus enemigos miran esto, y se regocijan en su herida o angustia. Houbigant; quien observa que la palabra משׁבתה mishbatteha, traducida sábados, nunca se usa así, y que no parece haber ninguna razón por la cual los caldeos deban burlarse particularmente de los sábados; ni hay nada en lo que precede que pueda llevar a tal interpretación.

En lugar de sábados, la copia del Vaticano de la LXX dice morada; el alejandrino, cautiverio; los caldeos, cosas buenas; y el siríaco, contrición. Sin embargo, puede ser apropiado señalar que la observación del sábado fue un reproche común lanzado por los paganos contra los judíos. Incluso el sabio Séneca consideró perdido el séptimo día, debido a la cesación, que está prescrita, de todo trabajo; y muchos otros autores se han encargado de censurar esta santa e importante práctica.

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