No puedo cavar; los comentaristas han demostrado que la palabra σκαπτειν, que traducimos por cavar, significa en general cultivar la tierra, y especialmente prepararla para la semilla, que era una de las partes más laboriosas del trabajo del labrador; en el que se emplearon jornaleros; y, en consecuencia, más apropiado para ser mencionado por este mayordomo, quien, habiendo estado acostumbrado a una forma de vida delicada y lujosa, naturalmente pensaría en tal cambio de vida desde la perspectiva más desalentadora. La expresión ουκ ισχυω, no soy capaz, o lo suficientemente fuerte para hacerlo, también tiene una belleza peculiar en esta perspectiva, que se pierde en nuestra traducción, y en la mayoría de las otras.

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