Porque se levantará nación, etc. — Aquí, como observa Grocio, Cristo declara que se producirán disturbios mayores que los que sucedieron bajo Calígula en los últimos tiempos de Claudio y en el reinado de Nerón. El levantamiento de nación contra naciónpresagió las disensiones, insurrecciones y matanzas mutuas de los judíos y los de otras naciones, que vivían juntos en las mismas ciudades; como particularmente en Cesarea, donde judíos y sirios disputaron sobre el derecho de la ciudad; cuya disputa llegó hasta el punto de que más de veinte mil judíos fueron asesinados y la ciudad quedó libre de habitantes. Ante este golpe, toda la nación de los judíos se exasperó y, divididos en partidos, quemaron y saquearon las ciudades y aldeas vecinas de los sirios, y causaron una inmensa matanza del pueblo. Los sirios, en venganza, destruyeron no menos judíos; y cada ciudad, como lo expresa Josefo, estaba "dividida en dos ejércitos". En Escitópolis, los habitantes obligaron a los judíos que residían entre ellos a luchar contra sus propios compatriotas,

En Ascalon, mataron a dos mil quinientos; en Tolomeo, dos mil y no pocos prisioneros. Los tirios mataron a muchos y encarcelaron a más. El pueblo de Gadara hizo lo mismo, y todas las demás ciudades de Siria, en la medida en que odiaban o temían a los judíos. En Alejandría se reavivó la antigua enemistad entre judíos y paganos, y muchos cayeron de ambos lados, pero de los judíos hasta el número de cincuenta mil. También el pueblo de Damasco conspiró contra los judíos de la misma ciudad y, atacándolos desarmados, mató a diez mil de ellos. El levantamiento de reino contra reinopresagió las guerras abiertas de diferentes tetrarquías y provincias entre sí; como el de los judíos que habitaban en Peraea contra el pueblo de Filadelfia en cuanto a sus límites, mientras Caspius Fadus era procurador; el de los judíos y los galileos contra los samaritanos, por el asesinato de unos galileos que subían a la fiesta de Jerusalén, mientras Cumano era procurador; y la de toda la nación de los judíos contra los romanos y Agripa, y otros aliados del imperio romano, que comenzó mientras Gessius Florus era procurador.

Pero, como dice Josefo, no solo hubo sedición y guerra civil en toda Judea, sino también en Italia, Otón y Vitelio luchando por el imperio. Se añade además, y habrá hambrunas, pestilencias y terremotos en diversos lugares. Hubo hambrunas, como particularmente la profetizada por Agabo, y mencionada, Hechos 11:28 y Suetonio, y otros historiadores profanos mencionados por Eusebio, que sucedieron en los días de Claudio César, y fueron tan severos en Jerusalén, que, como dice Josefo, muchos perecieron por falta de visuales: —y pestilencias,porque estos son los asistentes habituales en las hambrunas. La escasez y la maldad de las provisiones casi siempre terminan en algún trastorno epidémico. Vemos que muchos murieron a causa del hambre en el reinado de Claudio; y Josefo nos informa además, que cuando Níger fue asesinado por los judíos fanáticos, él les impuso, además de otras crueldades, hambre y pestilencia (λιμοντε και λοιμον, las mismas palabras usadas por el evangelista), todo lo cual, dice él, Dios ratificó y se llevó a cabo contra los impíos: - Y terremotos en diversos lugares;como particularmente en Creta, en el reinado de Claudio, mencionado por Filostrato en la vida de Apolonio; los también mencionados por Filóstrato en Esmirna, Mileto, Quíos, Samos, en todos los lugares donde habitaron algunos judíos; los de Roma mencionados por Tácito; el de Laodicea, en el reinado de Nerón, mencionado también por Tácito; qué ciudad fue abrumada, como también lo fueron Hierápolis y Colosas; el de Campania, mencionado por Séneca; el de Roma, en el reinado de Galba, mencionado por Suetonio; y eso en Judea, mencionado por Josefo: porque de noche estalló una tempestad terrible, y fuertes vientos violentos, con las lluvias más vehementes, y continuos relámpagos, y terribles truenos y prodigiosos bramidos de la tierra sacudida; de modo que se manifestó, como él observa, que la constitución del universo fue confundida por la destrucción de los hombres; y cualquiera podría fácilmente conjeturar que estas cosas no presagiaban una calamidad común.

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