Se abrirán las puertas del río. Diodoro nos informa que había una antigua profecía de que no se tomaría Nínive hasta que el río se convirtiera en enemigo de la ciudad; y en el tercer año del sitio el río, crecido por las lluvias continuas, se desbordó parte de la ciudad y derribó la muralla por veinte estadios; entonces el rey, pensando que el oráculo se había cumplido y el río se había convertido en enemigo, construyó un gran monasterio funerario en el palacio, y juntando todas sus riquezas, sus concubinas y eunucos, se quemó a sí mismo y al palacio con todos ellos; y entró el enemigo por la brecha que habían abierto las aguas, y tomó la ciudad; de modo que lo que se predijo en el cap. 1: Nahúm 2:8 se cumplió literalmente. Véase Newton sobre las profecías, vol. 1:

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