Porque la Escritura dice, etc.— En este y en los dos versículos precedentes, el Apóstol intenta mostrar la naturaleza y eficacia de la fe y la profesión evangélica, en oposición a la opinión mezquina que el judío podría tener de ellos, en comparación con el varias ramas de su dependencia; y que, a sus ojos, parecía mucho más honorable y magnífico. No es necesario dedicar tiempo a establecer la diferencia precisa entre creer con el corazón y confesar o profesar con la boca. De este modo se denota toda la religión verdadera, tanto en principio como en la práctica; la raíz en el corazón y el fruto en la vida: solo, profesar con la bocaSe puede mencionar en particular, porque eso da derecho a los privilegios presentes del reino de Cristo; nadie, excepto los creyentes profesos, tiene derecho a un lugar y posición en la iglesia de Dios. Tampoco debemos sentir curiosidad por investigar la distinción entre justicia o justificación y salvación. El propósito del Apóstol, parece evidentemente, es expresar todas las bendiciones que Dios otorgará en este mundo y en el futuro: que uno u otro de estos comprenda las bendiciones y privilegios presentes del reino de Dios, nadie quizás cuestionará: y que aparecerá el uno o el otro en la salvación final y eterna de los santos fieles de Dios, si consideramos que el versículo 11, Todo aquel que cree, etc.

ciertamente se refiere a la salvación final, o el pleno cumplimiento de la fe y la esperanza cristianas. Pero esta cita en el versículo 11 tiene la intención de confirmar al menos una de las cláusulas del versículo anterior y, por lo tanto, una de estas cláusulas debe referirse al tema final de la fe en la vida eterna para el cristiano perseverante. La fe es el gran principio del Evangelio; una fe profesada nos da derecho a presentar privilegios; y la fe, como principio en el corazón, discerniendo, valorando y mejorando la gracia de Dios en el Redentor, y capacitándonos para resistir la tentación, ser firmes e inamovibles en la adhesión a la verdad y al deber, es lo que constituye al cristiano, la vida. de sobriedad, justicia y piedad, y que, si perseveramos en (se supone que el poder y la bendición de Dios) nos llevarán a salvo a la vida eterna. Y como vamos a ser salvos,la fe puede ser establecida o ser eficaz para nuestra salvación.

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