La gente lo reprendió. - El agua es escasa a lo largo de la ruta por la que suponemos que se ha llegado a Rephidim. El suministro que la gente pudo haber traído de Elim se habría agotado. Habrían esperado a Rephidim tanto por su necesidad inmediata como por reponer sus odres de agua. Estarían sufriendo tanto de sed como de decepción. Las necesidades de sus hijos y su ganado ( Éxodo 17:3 ) agravarían su dolor.

No verían ninguna esperanza en el futuro. Dadas las circunstancias, no podemos sorprendernos de su "reprimenda". Nada más que una fe muy viva, o una total resignación a la voluntad de Dios, podría haber hecho a un pueblo paciente y sumiso en tal extremo.

Danos agua. - No fue la fe lo que habló en estas palabras, sino la ira. No creían que Moisés pudiera darles agua y estaban casi listos para apedrearlo” ( Éxodo 17:4 ).

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