Yo soy el pan de vida. - Comp. nuevamente la conversación con la mujer de Samaria. Aquí han pedido "este pan", el pan que da vida, a diferencia del que perece. Ahora está presente con ellos. Él es ese pan, cuya característica es la vida. Él es la Palabra de Dios, que revela a Dios al hombre, enseña las verdades eternas que son la vida del espíritu así como el pan es del cuerpo.

El que a mí viene ... el que cree en mí. - El pan natural no satisfacía ninguna necesidad a menos que fuera apropiado y comido. Impulsados ​​por el hambre, tomaron en la mano y en la boca los panes que Él les había dado y se saciaron. La misma ley se aplica al pan espiritual. Lo toma el que viene a Cristo; lo come el que cree en él, y satisface todas las necesidades. Sostiene la vida espiritual con fuerza y ​​la refresca en el cansancio.

El pan de vida da un principio de vida, y el que tiene hambre y sed de él también será saciado, pero con lo que permanece, de modo que nunca tendrá hambre ni nunca tendrá sed. (Comp. Mateo 5:6 )

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