Lo has visto y él es el que habla contigo. - La respuesta nos recuerda que a la mujer de Samaria, “Yo soy el que te hablo” ( Juan 4:26 ); pero aquí se apela tanto al sentido de la vista como al del oído como transmisores de conocimiento a la mente. Hay una idoneidad especial en el énfasis que se pone así en verlo a Él, en el caso de alguien cuyo mismo poder de ver fue testigo de la presencia del Mesías. Las palabras no se refieren a ninguna reunión anterior, pero el tiempo perfecto se refiere a la finalización del acto de visión y la impresión permanente.

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