Se levantó a medianoche. - Aparentemente - pero aquí nuevamente la narración omite todos los detalles - le habían contado el complot y encontró las puertas sin vigilancia; a menos que supongamos que mató a los guardias sin despertar a la ciudad.

Tomó. - Más bien, agarrado o agarrado.

Los dos postes , es decir, los postes laterales.

Se fue con ellos, bar y todo. - Más bien, los rompió, con la barra; la barra era la barra que unía las dos válvulas. Gaza, como vemos desde el lugar de sus murallas, tenía varias puertas. El sitio de la puerta tradicionalmente señalado está en el sureste. Pudo haber sido la puerta más pequeña, al lado de la puerta principal, que así rompió. En la leyenda musulmana, Ali usa la puerta de Chaibar como escudo, que puede ser una especie de eco confuso y paralelo de este evento (Po-cocke, Hist. Arab., P. 10).

Eso es antes de Hebrón. - No se da a entender que Sansón caminó con las puertas y las rejas sobre sus hombros nueve millas hasta Hebrón; pero probablemente (como dice la tradición local) a El Montar, una colina en dirección a Hebrón, desde la cual se ven las colinas de Hebrón. Plinio, en su Historia natural (vii. 19), aduce muchos ejemplos de fuerza colosal, pero en esta narración se da a entender claramente que la fuerza de Sansón fue un don sobrenatural, que surgió de su dedicación a Dios.

El llevarse la puerta de sus enemigos sería entendido en Oriente como un insulto muy peculiar. “Cuando Almansor tomó Compostella, hizo que los cristianos llevaran en hombros las puertas de la iglesia de Santiago a Córdoba en señal de su victoria” (Ferraras, Gesch. Von Spanier, iii. 145, citado por Cassel).

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