Él se maravilló. - El hecho se afirma en ambos registros, y no deja de tener importancia en su relación con la realidad de la conciencia humana de nuestro Señor. Le llegaron hechos, en esa verdadera humanidad, como a otros hombres, inesperados, y como con una novedad que causaba sorpresa.

No he encontrado tanta fe, no, no en Israel. - La naturaleza de la fe que ya hemos visto. Los israelitas que buscaban la obra de curación de nuestro Señor, ansiaban presencia o contacto, aunque fuera solo el borde de la prenda; a veces, como en el caso de los ciegos, mudos y sordos, para signos aún más materiales. Aquí estaba uno que creyó en el poder de la palabra del Cristo y no pidió nada más.

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