Pastel no girado. - Refiriéndose al efecto destructivo de influencias extranjeras. Efraín fue consumido por el fuego impío del culto a Baal, con toda su pasión y sensualismo: una torta quemada por un lado hasta convertirla en cenizas, y por el otro dejado en una condición totalmente inadecuada para la comida. Así que la actividad de idolatrías extranjeras y alianzas extranjeras, y la consiguiente infidelidad al Dios de Israel, son la ruina de la nación.

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