CXXXIII.

La unidad, que es de una manera tan verdaderamente oriental, elogiada en este poema, no es mera hermandad, ni unión política o incluso religiosa en general, sino unidad en Sión, como lo demuestra convincentemente la última cláusula del hermoso poema. Tampoco es, como suponen la mayoría de los comentaristas, la reunión de los peregrinos en la fiesta anual, aunque la canción sería apropiada para tal reunión, y adaptada, o en todos los eventos organizada, como sin duda lo fue, para ella.

La “bendición” (ver Salmo 133:3 ), la bendición del pacto, que descansaba en Sión, donde era el centro tanto de la vida política como religiosa de la nación, es el tema de este salmo. Para determinar la fecha del poema, no hay la menor indicación. La inscripción puede descartarse como una conjetura rabínica.

Quizás podamos conjeturar que si el salmo se hubiera compuesto antes del exilio, cuando el aceite sagrado todavía existía, se podría haber elegido la consagración del sumo sacerdote reinante, en lugar de la de Aarón. El ritmo escalonado es simplemente audible.

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