Ese es tu pie. - Esto hace una transposición innecesaria de una oración muy complicada. La imagen es perfectamente nítida, aunque la sintaxis, como suele ocurrir en todos los idiomas, se dispara. El conquistador, después de vadear en la sangre de sus enemigos, se encuentra con los perros, que le lamen los pies ensangrentados. Con un cambio de una letra podemos traducir: “Para que laves tu pie en sangre, sí, la lengua de tus perros en (la sangre de) tus enemigos.

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