Versículo 14. Adán no fue engañado... No parece que Satanás haya atentado contra el hombre; la mujer dijo: "La serpiente me engañó y comí". Adán recibió el fruto de la mano de su mujer; sabía que estaba transgrediendo, no fue engañado; sin embargo, ella le abrió el camino, y como consecuencia de ello quedó sometida al dominio de su marido: Tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti; Génesis 3:16. Hay un verso griego, pero no es ley inglesa, que habla un lenguaje casi similar al anterior:-.

Γυναικι δ' αρχειν ου διδωσιν ἡ φυσις.

Pues la naturaleza no sufre el dominio de la mujer. Dios no sólo la ha incapacitado para ello, sino que la ha sometido, expresamente, al gobierno del hombre.

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