Versículo 16.  Ahora nuestro Señor Jesús... Como toda vuestra gracia vino de Dios por medio de Cristo, así el poder que es necesario para fortaleceros y confirmaros hasta el fin debe venir de la misma manera.

Consolación eterna... Παρακλησιν αιωνιαν- Las buenas nuevas del Evangelio, y el consuelo que habéis recibido al creer; un don que Dios tenía en su propósito original, en referencia a los gentiles; un propósito que ha respetado todos los tiempos y lugares, y que continuará hasta la conclusión de los tiempos; porque el Evangelio es eterno, y no será sustituido por ninguna otra dispensación. Es lo último y lo mejor que Dios ha provisto para el hombre; y es una buena noticia, un consuelo eterno, un sistema completo de paz y felicidad. Las palabras también pueden referirse a la felicidad que los tesalonicenses creyentes poseían entonces.

Y buena esperanza por medio de la gracia... La esperanza del Evangelio era la resurrección del cuerpo, y la glorificación final de éste y del alma por toda la eternidad. Esta era la buena esperanza que tenían los tesalonicenses; no una esperanza de ser perdonados o santificados, c. El perdón y la santidad los disfrutaban, por lo tanto no eran objeto de esperanza, pero la resurrección del cuerpo y la gloria eterna eran necesariamente futuras; éstas las tenían en expectativa; éstas las esperaban; y, a través de la gracia que ya habían recibido, tenían una buena esperanza -una expectativa bien fundada- de este estado glorioso.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad