Versículo Deuteronomio 33:29 . Feliz eres tú.  אשרי Ashrey . Oh, la felicidad de Israel es inefable, inconcebible, porque es un pueblo salvado por el Señor - tiene una salvación tal como corresponde a las perfecciones infinitas de Dios otorgar él es su ayuda - su fuerza que nunca falla, y el escudo de esa ayuda - él defiende su defensa, los salva y los preserva en el estado de salvación.

Espada de tu excelencia.  O cuya espada - su PALABRA que todo lo vence, es tu excelencia, en sus promesas, amenazas, preceptos, etc. San Pablo, en su exhortación a los cristianos de Éfeso, utiliza la misma metáfora: Tomad la ESPADA del ESPÍRITU, que es la PALABRA de DIOS.

Tus enemigos serán hallados mentirosos.  Quienes dijeron que nunca podrías obtener la posesión de esta buena tierra, pues hollarás -sometiendo- sus lugares altos, incluso sus ciudades mejor fortificadas.

Las bendiciones contenidas en este capítulo pertenecen también al Israel espiritual de Dios, que, según la promesa divina, tendrá una victoria completa sobre todos sus enemigos espirituales, tendrá todos sus enemigos internos, la totalidad de la mente carnal, destruida, (por la sangre de Jesucristo, aplicada por la energía del Espíritu eterno, no sólo borrará todo su pecado, sino que purificará sus corazones de toda injusticia) y así, siendo liberados de sus enemigos, amarán a Dios con todo su corazón, y le servirán en justicia y verdadera santidad, sin temor ante él todos los días de su vida. Hay muchas circunstancias y expresiones en esta oda similares a varias en la bendición profética pronunciada por Jacob sobre sus doce hijos, Gn. xlix, ya que el tema es el mismo en ambos capítulos, por lo que se pide al lector que compare los dos lugares, y que considere las notas de cada uno, ya que tienen cierta tendencia a arrojar luz sobre el otro. Estos dos capítulos constituyen una parte de las Escrituras que, según San Pablo,  Romanos 15:4 , ffueron escritas para nuestro aprendizaje; y, como instruir al lector y hacerlo sabio para la salvación fue el bondadoso designio de Dios, debemos rogarle particularmente "que podamos de tal manera escucharlas, leerlas, marcarlas, aprenderlas y digerirlas interiormente, que, por la paciencia y el consuelo de su santa palabra, podamos abrazar y mantener siempre la bendita esperanza de la vida eterna que nos ha dado en nuestro Salvador Jesucristo" - Colecta para el segundo domingo de Adviento.

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