Versículo Eclesiastés 8:8 . No hay hombre que tenga poder sobre el espíritu para retener el espíritu. El caldeo tiene: "No hay hombre que pueda gobernar sobre el espíritu del aliento, para impedir que la vida animal abandone el cuerpo del hombre". Otros traducen en este sentido: "Ningún hombre tiene poder sobre el viento para refrenarlo; y nadie tiene poder sobre la muerte para refrenarlo; y cuando un hombre se alista como soldado, no puede ser dado de baja de la guerra hasta que ésta termine; y por la maldad nadie se librará de ningún mal." Tomándolo así, se trata de máximas que contienen verdades evidentes. Otros suponen que el versículo se refiere al rey que tiraniza y oprime a su pueblo. Él también dará cuenta a Dios de sus actos; morirá, y no podrá evitarlo; y cuando sea juzgado, su maldad no podrá librarlo.

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