Versículo 16. No cesen de dar gracias... El apóstol da a entender que estaba tan satisfecho de la autenticidad de su conversión y de su constancia desde entonces, que era para él un motivo continuo de acción de gracias a Dios, que los había llevado a ese estado de salvación, y de oración, para que fueran conservados irreprochables hasta el fin.  Al mismo tiempo que oraba por la prosperidad de la causa cristiana en general, se sentía impulsado, por su afecto particular hacia ellos, a mencionarlos por su nombre ante Dios.
 

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