Versículo 10. Finalmente...  Habiéndote expuesto tu grande y supremo llamamiento, y todas las doctrinas y preceptos del Evangelio, es necesario que te muestre los enemigos que se te opondrán, y la fuerza que se requiere para capacitarte y para repelerlos.

Sé fuerte en el Señor...  Debes tener fuerza, y fuerza de tipo espiritual , y tal fuerza también como la que el Señor mismo puede proporcionar; y debes tener esta fuerza a través de un Dios que mora en ti, el poder de su poder obrando en ti.

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