Versículo Ezequiel 3:27 . Abriré tu boca. Cuando sea necesario volver a dirigirte a ellos, resumirás lo que has dicho en este único discurso: Así dice el Señor: "El que oye, oiga; y el que prohíbe, absténgase". Que se mantenga firme aquel que siente como interés la obediencia a la voz de Dios. El que desoye la monición divina, siga su camino y aténgase a las consecuencias.

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