Verso Génesis 33:20. Y erigió allí un altar... Parece que Jacob tenía una noción muy correcta de la providencia y misericordia de Dios; por eso dice, Génesis 33: 5: Los hijos que Dios GRACIOSAMENTE ha dado a tu siervo; y en Génesis 33:11 atribuye toda su sustancia a la generosidad de su Hacedor: Toma, te ruego, mi bendición, porque Dios me ha tratado CON GRACIA, y porque tengo suficiente. Por eso vio a Dios como el Dios de toda gracia, y le erige un altar, dedicándolo a Dios, el Dios de Israel, refiriéndose particularmente al cambio de su propio nombre y las misericordias que entonces recibió; y por eso quizás sería mejor traducir las palabras, El Dios fuerte (es) el Dios de Israel; pues por el poder de su gracia y bondad lo había rescatado, defendido, bendecido y apoyado desde su juventud hasta ahora. Los altares erigidos con nombres particulares aparecen en otros lugares; entonces, Éxodo 17:15, Moisés llama a su altar Jehová-nissi, "el Señor es mi estandarte"..

1. CUANDO el camino del hombre agrada a Dios, aun a sus enemigos hace estar en paz con él. Cuando Jacob se reconcilió con Dios, Dios reconcilió a su hermano con él. El corazón de todos los hombres está en las manos de Dios, y él los vuelve como quiere.

2. Desde la época en que Jacob luchó con el Ángel del pacto. Vemos en él mucha dependencia de Dios, acompañada de un espíritu de profunda humildad y gratitud. Solamente la gracia de Dios puede cambiar el corazón del hombre, y es solo por esa gracia que obtenemos un sentido de nuestras obligaciones; esto nos arroja al polvo, y cuanto más recibamos, más humildes seremos.

3. "Lo primero", dice el buen obispo Wilson, "que hacen los hombres piadosos, es proveer para el honor y la adoración de Dios". Jacob compra un terreno y erige un altar sobre él en la tierra de un pagano, para reconocer a Dios entre sus enemigos y convertirlos en la fe verdadera; y hay muchas razones para creer que este expediente habría tenido éxito si no hubiera sido por la conducta vil de sus hijos. ¡Cuán cierto es el dicho: Un pecador echa a perder mucho el bien! Lector, cuidado, no sea que su conducta se convierta en piedra de tropiezo para alguien.

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