Verso Hechos 8:20Tu dinero perecerá contigo... Esta es una declaración terrible; e implica tanto, que si no se arrepiente, él y sus bienes mal habidos perecerán juntos; su dinero se disipará, y su alma irá a la perdición.

Para que se compre el don de Dios... Pedro tiene cuidado de informar no sólo a Simón, sino a todos aquellos a quienes lleguen estos regalos, que el Espíritu de Dios es el único don de Dios, y por consiguiente no puede comprarse con dinero; pues ¿qué recompensa puede recibir ÉL de sus criaturas, a quienes pertenecen la plata y el oro, el ganado en mil colinas, la tierra y su plenitud?

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