Ireneo contra las herejías Libro I

y de mayor conocimiento de la magia, y de ofrecer dinero a los apóstoles, pensó que él también podría recibir este poder de otorgar el Espíritu Santo a quien quisiera, Pedro se dirigió con estas palabras: "Tu dinero perece contigo, porque has pensado que el don de Dios se puede comprar con dinero: no tienes parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es peleado a los ojos de Dios; porque veo que estás en hiel de amargura, y en el vínculo de la iniquidad.”[281]

Tertuliano de Fuga en Persecutione

Por eso también este hombre, que al comprarse a sí mismo ha comprado el Espíritu de Cristo, oirá aquella palabra: "Vuestro dinero perecerá con vosotros, puesto que habéis pensado que la gracia de Dios es a precio"[50].

Tratado Cipriano XII Tres Libros de Testimonios Contra los Judíos

En los Hechos de los Apóstoles: "Tu dinero sea para perdición contigo mismo, porque has pensado que la gracia de Dios se posee en el dinero"[779].

Exhortación pseudocipriana al arrepentimiento

Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega al Señor, si acaso te es perdonado el pensamiento de tu corazón. Porque veo que estás en prisión de iniquidad y en amargura de hiel.”[49]

Tratado sobre el rebautismo de un escritor anónimo

Quienes derivan el origen de su noción de Simon Magus, practicándola con múltiples perversidades a través de varios errores; a quien Simón Pedro, en los Hechos de los Apóstoles, dijo: "Tu dinero perece contigo, porque has pensado que la gracia de Dios puede ser poseída por el dinero; no tienes parte ni suerte en esta obra; porque tu corazón está no está bien con Dios.”[52]

Constituciones de los Santos Apóstoles Libro VI

Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega al Señor, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón. Porque veo que estás en hiel de amargura y en prisión de iniquidad.”[48]

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad

Antiguo Testamento