CAPÍTULO XVII

Este capítulo comienza con la exposición de la muy fuerte inclinación

que el pueblo de Judá tenía hacia la idolatría, con las fatales

consecuencias, 1-4.

La felicidad entonces era solo del hombre que confiaba en 

Jehová, 5-8.

Sólo Dios conoce el engaño y la miseria del corazón

del hombre, 9, 10.

La comparación de un pájaro que empolla los huevos de otro de una

especie diferente, que pronto lo abandonará, es muy

expresiva de la vanidad de las riquezas mal adquiridas, que 

a menudo defraudan a su dueño, 11.

El profeta continúa el mismo tema en su propia persona,

apela a Dios por su sinceridad, y ruega para que el mal

que sus enemigos le han hecho recaiga sobre sus propias cabezas,

12-18.

El resto del capítulo es una profecía distinta

de la observancia del sábado, impuesta por 

promesas y amenazas, 19-27.

 

NOTAS SOBRE EL CAP. XVII

Versículo Jeremias 17:1 . El pecado de Judá. La idolatría.

Está escrito con una pluma de hierro. Está profunda e indeleblemente escrito en su corazón, y lo estará también en su castigo. La escritura con punta de diamante debe referirse al vidrio o a alguna sustancia vitrificada, pues aquí se distingue del grabado con buril o buril de acero. Sus altares muestran cuáles son las deidades que adoran. Puede haber aquí una referencia a los diferentes métodos de registrar los acontecimientos en aquellos días: -

1. Una pluma o estilete de hierro para grabar en plomo o madera.

2. Una punta de diamante, para escribir sobre sustancias vítreas.

3. Escritura sobre tablas de latón o cobre.

4. Escritura en los cuernos de los altares de los nombres de las divinidades allí adoradas. Esto es probable.

En varias partes de la India, y en todo Ceilán, se utiliza universalmente una pluma de hierro o acero; con ella los nativos forman las letras mediante incisiones en la corteza exterior de la hoja de palma. Los libros escritos de este modo son muy duraderos. Esta pluma es ancha en la parte superior, tiene una punta muy fina y afilada en un lado como un cuchillo, para afeitar y preparar la hoja de palma. Ahora tengo ante mí una pluma con esta descripción.

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