Verso 25. Yo soy la resurrección y la vida... Dices que tu hermano resucitará en la resurrección del último día; pero, ¿por quién resucitará sino por mí, que soy el autor de la resurrección y la fuente de la vida? ¿Y no es tan fácil para mí resucitarlo ahora como resucitarlo después? Así nuestro bendito Señor levanta su esperanza, anima su fe, y le enseña que él no era un simple hombre, sino el principio esencial y el autor de la existencia.

Aunque estuviera muerto... Todo hombre que haya creído o crea en mí, aunque su creencia no le impida morir de muerte natural, su cuerpo será reanimado y vivirá conmigo en una gloria eterna. Y todo el que ahora está muerto, muerto para Dios, muerto en delitos y pecados, si cree en mí, si confía en mí como su único Salvador, vivirá, será vivificado por mi Espíritu, y vivirá una vida de fe, obrando por amor.

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