Verso 56. Habita en mí, y yo en él... De todas las conexiones y uniones, ninguna es tan íntima y completa como la que se efectúa por la digestión de los alimentos, porque se transforman en la sustancia misma de quien los come; y esto es lo que nuestro Señor hace como modelo de la unión que subsiste entre él y los verdaderos creyentes. Él vive en ellos, y ellos en él; porque son hechos partícipes de la naturaleza divina:2 Pedro 1:4. A este versículo se añade lo siguiente en el Códice Bezae, en tres copias de la Itala y en Victorino. Después de estas palabras: "En mí, y yo en él", añaden: "Como el Padre en mí, y yo en el Padre". En verdad, en verdad os digo que si no recibís el cuerpo del Hijo del hombre como pan de vida, no tenéis vida en él. Este es un añadido muy notable, y tiene entre trece y catorce años de antigüedad.

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