Verso Lucas 13:7. He aquí estos tres años... De esta circunstancia de la parábola, se puede concluir razonablemente que Jesús había estado, en el momento de decir esto, ejerciendo su ministerio desde hacía tres años; y, por lo que se dice en Lucas 13:8,

de dejarlo solo este año también, se puede concluir igualmente que esta parábola fue hablada alrededor de un año antes de la crucifixión de Cristo; y, si estas dos conclusiones son razonables, podemos deducir entonces que esta parábola no fue hablada en el tiempo que parece asignársele, y que todo el tiempo del ministerio público de Cristo fue de alrededor de cuatro años. Véase el obispo Pearce. Pero ya se ha observado que San Lucas nunca estudia la ordenación cronológica. Véase el prefacio de este Evangelio.

¿Por qué inutiliza el suelo? O, en otras palabras, ¿por qué el suelo también es inútil? El árbol mismo no da fruto; que sea cortado para que se plante en su lugar otro más provechoso. Córtalo. El Códice Bezae ha añadido aquí, φερετην αξινην, Trae el hacha y córtalo. Si esta lectura es genuina, es sin duda una alusión a  Mateo 3:10: El hacha está en la raíz de los árboles. Si el escritor lo ha añadido por su propia cuenta, probablemente se refería al lugar antes mencionado. Véase la nota sobre el texto anterior.

Hay algo muy parecido en el γεωπονικα, o De Re Rustica de los antiguos escritores griegos sobre agricultura. Me remito al cap. 83 del lib. x., p. 773; edit. Niclas, titulado, Δενδρον ακαρπον καρποφορειν, Cómo hacer fructificar un árbol estéril. Habiéndote ceñido y atado tus vestidos, toma un bipen o hacha, y con ánimo airado acércate al árbol como si fueras a cortarlo. Entonces, que alguna persona se acerque y deplore la tala del árbol, haciéndose responsable de su futura fertilidad. Entonces, parece que se apacigua, y así perdona al árbol, y después dará frutos en abundancia. "La paja de frijol (abono de ese material,) esparcida sobre las raíces del árbol, lo hará fructificar". Que una superstición similar prevalecía entre los asiáticos, Michaelis lo demuestra a partir del Cosmógrafo Ibn Alvardi, quien prescribe lo siguiente como el modo de hacer fructificar una palmera estéril: "El propietario, armado con un hacha, teniendo un asistente con él, se acerca al árbol, y dice, debo cortar este árbol, porque es infructuoso. Déjalo, te lo ruego, dice el otro, y este año dará frutos. El dueño inmediatamente lo golpea tres veces con el dorso de su hacha; pero el otro, previniéndolo, dice: Te ruego que lo dejes, y yo responderé de su fertilidad. Entonces el árbol se vuelve abundantemente fructífero". ¿No se refiere nuestro Señor a tal costumbre?

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