Verso Lucas 18:7¿Y no hará Dios, el juez justo, justicia con sus elegidos?  Probablemente esto se refiera a los crueles usos que sus discípulos habían recibido, y seguían recibiendo, de los judíos desobedientes e incrédulos; y que finalmente les sobrevendrían con la destrucción de su ciudad y las calamidades que les seguirían. Pero podemos considerar que el texto tiene un significado más amplio. Como Dios ha prometido bondadosamente dar la salvación a toda alma que acuda a él por medio de su Hijo, y ha puesto su Espíritu en sus corazones, induciéndolos a clamar a él incesantemente por ella; la bondad de su naturaleza y la promesa de su gracia lo obligan a escuchar las oraciones que le ofrecen, y a concederles toda esa salvación que los ha inducido a pedir por su promesa y su Espíritu.

Que claman día y noche a él... Esta es una característica genuina de los verdaderos elegidos o discípulos de Cristo. Sienten que no tienen ni luz, ni poder, ni bondad, pero como los reciben de él y, como él es el deseo de su alma, buscan incesantemente que sean sostenidos y salvados por él.

¿Tardará en responderles? Más bien, y ÉL es compasivo con ELLOS, y en consecuencia no se parece en nada al juez injusto. En lugar de μακροθυμων, y sea paciente, como en nuestra traducción, leo μακροθυμει, él es compasivo, cuya lectura es apoyada por ABDLQ, y varios otros. La razón que nuestro Señor da para el éxito de sus elegidos, es,

1. Ellos claman a él día y noche.

2. Él es compasivo con ellos.

Como consecuencia de lo primero, podrían esperar justicia incluso de un juez injusto; y, como consecuencia de lo segundo, están seguros de la salvación, porque la piden a ese Dios que es hacia ellos un Padre de amor y compasión eternos. Había pocas razones para esperar justicia del juez injusto.

1. Porque era injusto; y

2. Porque no tenía ningún respeto por el hombre:  ni siquiera por una pobre viuda desolada.

Pero hay toda la razón bajo el cielo para esperar la misericordia de Dios:

1. Porque él es justo, y lo ha prometido; y

2. Porque es compasivo con sus criaturas, estando siempre dispuesto a dar más de lo que el corazón más grande puede pedirle.

Todo lector debe percibir que la traducción común es tan embarazosa que resulta casi ininteligible; mientras que la de esta nota, tomada de las autoridades mencionadas, es lo más clara posible, y muestra que esta hermosa parábola es una de las piezas más valiosas de la palabra de Dios.

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