Verso 46. Percibo esa virtud...  δυναμιν, poder divino o milagroso. Esta emanación divina no procedió siempre de Cristo, como necesariamente lo hacen los olores de las plantas, pues entonces todos los que le tocaron debieron ser igualmente partícipes de ella. De los muchos que lo tocaron, esta mujer y ninguna otra recibió esta virtud divina; ¿y por qué? Porque vino con fe. Sólo la fe atrae y recibe la influencia energética de Dios en todo momento. Habría más milagros, al menos de sanidad espiritual, si hubiera más fe entre los que se llaman creyentes.

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