Verso Marco 15:47. Contempló donde fue puesto... El valor y el afecto de estas santas mujeres son dignos de admiración. La fuerza del Señor se perfecciona en la debilidad; pues aquí un hombre tímido y unas mujeres débiles reconocen a Jesús en la muerte, cuando los fuertes y los poderosos lo abandonaron por completo.

La fuerza y la debilidad humanas son sólo nombres en la religión. El hombre más poderoso, en la hora de la prueba, no puede hacer nada sin la fuerza de Dios; y la mujer más débil puede hacerlo todo, si Cristo la fortalece. Estas verdades están suficientemente ejemplificadas en el caso de Pedro y todos sus hermanos discípulos, por un lado; y José de Arimatea y las dos Marías, por otro. Y todo esto se registra, igualmente para evitar tanto la presunción como la desesperación. Lector, no dejes que estos ejemplos se presenten ante ti en vano.

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