Versículo 33. Y escupió, y le tocó la lengua... Este lugar es sumamente difícil. Apenas hay una acción de la vida de nuestro Señor para la que se pueda ver una razón evidente, excepto ésta. Se han dado varias interpretaciones, y ninguna de ellas me satisface. El Abate Giradeau lo espiritualiza así: -

1. Lo apartó de la multitud - Cuando Cristo salva a un pecador, lo separa de todos sus antiguos compañeros malos, y del espíritu y las máximas de un mundo impío.

2. Puso sus dedos en sus oídos - para mostrar que sólo podían ser abiertos por el dedo, es decir, por el poder de Dios, y que debían estar cerrados a toda palabra y voz, salvo lo que viniera de él.

3. Escupiendo tocó su lengua - para mostrar que su gusto mental y el gusto debe ser completamente cambiado: que debe detestar las cosas que antes estimaba, y estimar las que antes odiaba.

4. Mirando al cielo - para significar que toda ayuda viene de Dios, y para enseñar al nuevo converso a mantenerse continuamente mirando y dependiendo de él.

5. Gimió - para mostrar el miserable estado del hombre por los pecados y cuán tiernamente se preocupa Dios por su bienestar presente y eterno; y para dar a entender que los hombres deben buscar la salvación de Dios con espíritu de genuino arrepentimiento, con fuerte llanto y lágrimas.

6. El pecado es cerrar los oídos a las palabras de Dios, y atar la lengua para que sea incapaz de dar a Dios la alabanza debida. Pero cuando la gracia todopoderosa de Cristo llega al corazón, el oído se destapa, y el hombre oye claramente; la lengua se desata, y el hombre habla correctamente.

Después de todo, es posible que lo que se atribuye aquí a Cristo pertenezca a la persona que fue curada. Daré mi sentido del lugar en una breve paráfrasis.

Y Jesús lo apartó de la multitud; y [el sordo] se metió los dedos en los oídos, dando a entender con ello a Cristo que estaban tan tapados que no podía oír; y habiendo escupido, para que no le quedara nada en la boca que pudiera ofender la vista cuando Cristo mirara su lengua, se tocó la lengua, mostrando a Cristo que estaba tan atada que no podía hablar: y miró al cielo, como para implorar ayuda de lo alto: y gimió, angustiado por su actual aflicción, e imploró así el alivio: porque, no pudiendo hablar, sólo podía gemir y mirar hacia arriba, expresando con estos signos, lo mejor que podía, su afligido estado, y el deseo que tenía de ser aliviado. Entonces Jesús, compadeciéndose de él, le dijo: "Sé abierto"; y al instante se le abrieron los oídos, de modo que pudo oír claramente; y se le quitó el impedimento de hablar, de modo que habló correctamente. El original admite esta interpretación; y me inclino a creer que éste es el verdadero significado de este pasaje que, de otro modo (para mí y para muchos otros), sería inexplicable.

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