Verso Mateo 24:13. Pero el que resista... Las persecuciones que vendrán -hasta el final; hasta la destrucción del sistema político judío, sin enfriarse ni apostatar- se salvará, será liberado de todos los peligros inminentes, y su alma será llevada por fin a una gloria eterna. Es muy notable que ni un solo cristiano pereciera en la destrucción de Jerusalén, aunque había muchos cuando Cestio Galo invadió la ciudad; y, si hubiera perseverado en el asedio, pronto se habría hecho dueño de ella; pero, cuando inesperada e inexplicablemente levantó el asedio, los cristianos aprovecharon esa oportunidad para escapar. Véase Eusebio, Hist. Eccles lib. iii. c. 5, y la nota del Sr. Reading al respecto; y véase la nota aquí sobre Mateo 24:20.

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