SALMO LVIII

David reprende a los malos consejeros y jueces, que pervierten

la justicia, y suscitan al fuerte contra el débil y el inocente , 1-5.

Predice su destrucción y describe su naturaleza . 6-9.

Los justos, viendo esto, magnificarán la justicia de Dios y

providencia , 10, 11.

 

NOTAS SOBRE EL SALMO LVIII

El título parece no tener ninguna referencia al tema del salmo. Véase la introducción del anterior. Salmo 57:1  Habiendo Saúl atentado contra la vida de David, éste se vio obligado a huir de la corte y a refugiarse en los desiertos de Judea. El obispo Patricio supone que Saúl, al no encontrarlo, convocó un consejo en el que, para congraciarse con el monarca, declararon a David culpable de traición al aspirar al trono de Israel. El hecho de que esto se le hiciera saber a David fue la causa de este Salmo. Es una buena lección para todos los reyes, jueces y magistrados civiles; y de ella obtienen máximas para regular su conducta e influir en sus decisiones; y al mismo tiempo pueden discernir la terrible cuenta que deben dar a Dios, y el espantoso castigo en que incurrirán quienes prostituyan la justicia para servir a fines siniestros.

Versículo Salmo 58:1 . De verdad habláis justicia. O, oh gabinete, ya que profesáis actuar según los principios de la justicia, ¿por qué no dais consejos rectos y decisiones justas, hijos de los hombres? ¡O bien, puede ser una ironía: ¡Qué excelentes jueces sois! bien juzgáis según la ley y la justicia, cuando dais decisiones no fundadas en ninguna ley, ni apoyadas en ningún principio de justicia! Para complacer a vuestro amo, pervertís el juicio; y tomáis parte contra los inocentes, para conservar vuestros puestos y sus emolumentos. Los consejeros de Saúl parecen haber hecho esto, aunque en su conciencia debían estar satisfechos de la inocencia de David.

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