Verso 8. Pero nadie puede domar la lengua... Ninguna astucia, persuasión o influencia ha podido jamás silenciarla. Nada sino la gracia de Dios, la escisión o la muerte , pueden someterla.

Es un mal rebelde... ακατασχετον κακον. Un mal que no se puede contener ; no puede someterse a ningún tipo de gobierno; rompe todos los límites.

Lleno de veneno mortal... Se refiere aquí a las lenguas de las serpientes, que se supone que son los medios para llevar su veneno a las heridas hechas por sus dientes. A lo largo de toda esta descripción poética y altamente declamatoria, Santiago debe tener especialmente presente la lengua del calumniador, calumniador, chismoso, mentiroso y divisor. Las víboras, basiliscos; y las serpientes de cascabel no son más peligrosas para la vida que éstas para la paz y la reputación de los hombres.

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